Escudo Episcopal

Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar C.Ss.R.

Obispo de la Diócesis de Riohacha

escudo monse

Descripción Heráldica

Escudo terciado en faja: En cada una de sus particiones sendos elementos, así:
. En jefe de azur, una estrella de seis puntas de plata acostada de dos peces de la misma.
2°. En faja de oro, sendas ramas del café al natural, atadas por una
flor del mismo al centro.
3°. El último tercio ilustra el oleaje del mar y una barca clásica
navegante al natural, en cuya vela se deja ver la figura del ancla en
plata.
Timbre: Como timbre del escudo se alza por detrás una cruz de sable destellada de oro, que tiene al centro a modo de caída, una paloma de gules estilizada. Sobre el escudo aparece un sol de amanecer al natural.
Lema: Por divisa, sobre cinta de plata y en letras de sable, la frase: “Aquí estoy Señor…”
Capelo: En la parte superior del escudo, como es tradicional en la heráldica episcopal, se coloca un capelo de sinople (sombrero de color verde). Este sombrero ha sido adaptado en la heráldica como un símbolo de la Iglesia. Del capelo se desprenden, cubriendo ambos lados del escudo, izquierdo y derecho, seis borlas de color verde, respectivamente, que suman doce en su totalidad, y que se ordenan en tres órdenes descendentes.

Descripción Simbólica

El escudo nos ofrece en cada uno de sus tercios:
1°. El jefe de azur en varios tonos expresa la vida celebrada.
Así mismo, exalta la belleza de las cosas, la majestuosidad y la abundancia en el plano espiritual.
La estrella de seis puntas representa a la Santísima Virgen María, Estrella de la Evangelización, venerada en la Diócesis de Riohacha en su advocación de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de esta Iglesia Particular y del Departamento de La Guajira. Al igual que, reconociendo en ella, a la Inmaculada Concepción, titular de la Congregación del Santísimo Redentor y a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de las misiones redentoristas.
Los peces que la acompañan se refieren a la vitalidad de las aguas y, en consecuencia, son símbolo de la pura vida cristiana, ya representada así en la Iglesia Primitiva.
2°. El oro en la faja representa la justicia, la generosidad y la constancia, al igual que las buenas cualidades del valor, la fidelidad, la alegría y el honor. En el centro de la misma, las ramas de café, una con frutos verdes y otra con frutos maduros, entrelazadas y atadas por una flor del mismo árbol, refiriéndose a la tierra natal de Monseñor Francisco Antonio Ceballos (Génova, Quindío).
3°. El oleaje de último tercio representa al inmenso Mar Caribe que rodea las costas del Departamento de La Guajira. El color azul de sus aguas simboliza la verdad, la lealtad y el celo por la misión, además de recordar a la Santísima Virgen María, Madre de la Eucaristía y primer sagrario viviente.
La barca exalta y representa al pueblo guajiro, que día a día se levanta con una nueva esperanza en medio de las adversidades que le rodean.
El ancla que se alza en la vela de la barca es signo de seguridad, firmeza y confianza en Cristo que mantiene serena la barca.
Timbre: La cruz de sable que timbra el escudo, forma parte de los símbolos propios de la Congregación del Santísimo Redentor, a la cual pertenece Monseñor Francisco Ceballos C.Ss.R., y más propiamente se refiere a la imagen del Señor de los Milagros venerado en Buga (Valle), tierra en donde profesó perpetuamente en la Congregación del Santísimo Redentor, recibió la ordenación sacerdotal y su consagración episcopal.
Los destellos en oro de la cruz de sable, figuran la realeza de Nuestro Señor Jesucristo como Sumo y Eterno Sacerdote, destacando la perpetua gloria de la cruz. La paloma en el Centro de la Cruz, hace alusión al Espíritu Santo.
El sol de amanecer con sus rayos, alude a aquel radiante astro que se alza sobre el territorio de la Península de La Guajira, reconocida en este ámbito por ser la región donde se muestra con más fuerza y brillantez.
Lema: La divisa en cinta de plata y letras de sable, lo refuerza todo: “Aquí estoy Señor…”.
Capelo: Las borlas del capelo indican la jerarquía del Obispo electo dentro de la Iglesia como sucesor de los 12 apóstoles, y el verde indica el color de un obispo que en tiempos antiguos los distinguía, a pesar de que actualmente los obispos se vistan de púrpura.
Anotaciones: Destacamos la Cruz que es propia de la Imagen del Señor de los Milagros. Clara definición del lugar donde Cristo se ofreció en medio de dolores, lugar de la redención e instrumento resplandeciente de victoria. Identificación y confluencia de la mirada de los creyentes que lo buscan en su Santuario.

Descripción Teológica, Pastoral y Espiritual

Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar C.Ss.R., a través de este blasón, nos quiere expresar conjuntamente su ser y su misión; la razón de su vida y de su vocación.
Con la cruz que timbra el escudo se refiere propiamente a la comunidad a la cual pertenece: la Congregación del Santísimo Redentor. A su identificación con sus carismas y espiritualidad, por los cuales se ha entregado toda la vida en obediencia y disponibilidad. Cristo misionero con su Cruz.
La paloma de gules estilizada que desciende significa la unción del Espíritu Santo que, con la plenitud de su poder, consagra al obispo por el Sacramento del Orden. Si todos los sacramentos son obra suya, con mayor razón el del Sacramento del Orden, que Unge, Consagra y Envía. Todo mediante la efusión y la acción del Espíritu Santificador.
El sol, unido al timbre del escudo, celebra el nuevo amanecer que es Cristo, “sol que nace de lo alto”, “luz que alumbra las naciones” y “sol que no conoce ocaso”. Pues, se trata de la Luz del mundo, que es el Santísimo Redentor y que todo nuevo día no deja de proclamarnos al modo como acontece, en cada despertar guajiro.
La estrella alude a “las Glorias de María”, coronada como Reina y Señora, en perseverancia, alegría y total consagración.
Las ramas de café, del segundo tercio identifican a los pueblos que trabajan y cosechan los frutos para el sustento. El proceso de su cultivo, es un llamado a esperar con paciencia los resultados de los esfuerzos, en los que uno siembra, otra cosecha y otro da el incremento. Situación muy experimentada en la labor de un formador y consejero.
Las aguas, representadas en el oleaje del mar, representan el agua viva que fluye de Cristo por doquier, remitiéndonos al sacramento del
Bautismo, que nos engendra como cristianos con el modelo del Jordán y que los primeros creyentes representaron con el signo de los peces, refiriéndose con estos en clave, a Jesucristo, Hijo de Dios Salvador. Sin duda alguna, también a la Eucaristía, que tuvo como punto de partida la multiplicación de los panes y los peces para calmar el hambre de quienes tienen necesidad de Dios.
La barca representa a la Iglesia, especialmente al pueblo de Dios que peregrina en La Guajira, lugar a donde Monseñor Francisco Ceballos ha sido enviado como pastor y guía de la comunidad.
El ancla es el símbolo para la esperanza que los cristianos tienen en Cristo, aludiendo al texto de Hebreos 6, 19-20 cuando dice: “nosotros tenemos como segura y sólida ancla de nuestra alma, y que penetra más allá del velo, a donde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho a semejanza de Melquisedec, Sumo Sacerdote para siempre”. Significando también la firmeza de la fe de los guajiros.
Todo, reafirmado en la expresión “Aquí estoy Señor…”, según las respuestas vocacionales que aparecen en la Sagrada Escritura, como la de Samuel, pero sobre todo a la misión de Cristo Sacerdote, considerada también por la Carta a los Hebreos en el Capítulo 10, vers. 7ss). El obispo, que es cabeza en la diócesis, es, sin embargo, signo de la total disponibilidad. No pretende nada que no sea la gloria de Dios y la edificación de su pueblo. Es, a semejanza del Cristo Obediente, un servidor, que da la vida por la grey.
Este es el sello que, con la santa unción y las gracias del ministerio, constituye al hombre-sacerdote en “Alter Christus” y guía del rebaño.